Noviembre 2012 - PUNA CATAMARQUEÑA (RA)



            En esta primavera decidimos participar del 2º Encuentro LRC NOA 2012, organizado por miembros del Land Rover Club de Tucumán en colaboración con otros de Córdoba y de Mendoza.
            Este evento, que se estrenó el pasado año en la Provincia de Tucumán, este año se desarrolló durante los días 24, 25 y 26 de Noviembre, en la Provincia de Catamarca, más precisamente en la Puna, y tiene una dinámica modalidad de travesía, pernoctando cada noche en una localidad distinta; la primera noche sería en Fiambalá, la segunda en El Peñón y la tercera en Antofagasta de la Sierra, recorriendo durante las horas diurnas atractivos tales como el Río Las Papas (y caserío homónimo) la Cordillera de San Buenaventura, las Dunas de Taton, el Campo de Piedra Pómez, el Salar del Hombre Muerto y el cráter del Volcán Galán.
            Un ambiente de franca camaradería fue el común denominador del evento, e innumerables contratiempos sucedidos durante los desplazamientos diurnos y nocturnos pusieron de manifiesto la amplia solidaridad de organizadores, colaboradores y participantes, cuyos nombres sería inoportuno mencionar aquí por temor a olvidar algunos de los más meritorios.
            Un total de 25 camionetas (todas LR más un invitado en Toyota) partieron de Fiambalá, y al tercer día solo 10 arribaron a Antofagasta de la Sierra; hubo 15 vehículos con sus tripulantes que por distintas razones (mecánicas, de salud, o cansancio) luego del primer día desistieron del recorrido fijado a campo traviesa, entre éstos nos contamos nosotros, por lo cual algunas de las fotos que podrán ver fueron tomadas por otros participantes, pero son unos paisajes tan hermosos que hubiera sido una injusticia privarlos a ustedes de su disfrute.
            Quien desee interiorizarse un poco sobre el desarrollo del evento puede hacerlo visitando el foro del LRC en la web.
            Como siempre ocurre en los viajes, queda algún aprendizaje; en nuestro caso descubrimos facetas de esa otra Argentina, “el país que no miramos”, aquella de caseríos sin luz en la que unos niños sin internet ni Directv, nos demuestran que sin conocer Cartoon Network o Plaza Sésamo igualmente experimentan la felicidad de presenciar la parición de una cabra o una vicuña…