Enero 2012 Machu-Picchu PERU





Fueron unos 9.800 kilómetros, recorridos por tierras del NOA, Chile y Perú, entre el 07 y el 27 de Enero.
Este viaje fue organizado por un motoviajero bahiense, y la meta era llegar a Cuzco para luego conocer el Santuario Histórico de Machu-Picchu, en Perú.
30 personas de distintas provincias (desde Santa Cruz hasta Misiones) y de Uruguay, en 22 motocicletas (desde 250 cc hasta 1800 cc), nos desplazamos con un itinerario previamente fijado, para arribar a Cuzco en una semana, rodando unos 600 kilómetros diarios en promedio.
Debido a los distintos tipos de motos participantes, y a sus diferentes ritmos de marcha, a lo largo del recorrido se fueron armando grupos menores, que en la noche se reagrupaban en la plaza principal de cada ciudad o pueblo preestablecido para pernoctar.
Inevitablemente hubo demoras en casi todos los grupos, pero todos llegamos a la Plaza de Armas de Cuzco entre la tarde del viernes 13 y el mediodía del sábado 14.
Al día siguiente el grupo partiría, en excursión ya programada en bus y tren, hacia Machu-Picchu, mientras yo aprovecharía a conocer otros sitios arqueológicos del Valle Sagrado, que en mi anterior visita a Machu-Picchu no tuve oportunidad de recorrer por falta de movilidad propia.
El siguiente martes 17, todos volverían a tomar las motos para emprender el regreso, un grupo lo hizo pasando por Puno para conocer el lago Titicaca y las islas flotantes de los Uros, y el otro grupo pasó por Nazca para conocer las Líneas y los Acueductos; finalmente ambos grupos volverían a reunirse en Arequipa o Moquegua para continuar hacia el Sur con el recorrido inicial, lo cual no ocurrió.
Fue una experiencia de paisajes e incomodidades extremos. La mayoría de los días tuvimos temperaturas entre 40º y -5º C, la lluvia, la nieve y el granizo nos acompañó durante varios kilómetros. Pero hubo muchos otros kilómetros de descubrimientos, asombros y perplejidades.
Imposible transcribir aquí todas las experiencias vividas en esos 20 días, pero quien visite el blog www.machupichuenmoto.wordpress.com podrá darse una idea con los relatos del organizador.
En lo personal, y tras algunas gélidas noches de lluvia en la montaña, creo haber comprendido realmente por qué los Incas adoraban al Sol, en el más amplio sentido que esta frase pueda admitir.