Diciembre 2013 - LA ESTRELLA (Chile)


A principios del mes, y especialmente invitados por el trasandino amigo Torke (fundador y administrador del Club/foro KLR Chile) viajamos (Korke, Bonanza y yo) al Primer Encuentro Internacional de usuarios de KLR a desarrollarse en la comuna de La Estrella (poblado cercano a la costa en la VI Region Gral.O´Higgins). Para ahorrar tiempo (…y energías) desde Buenos Aires hasta Mendoza fuimos en la camioneta de Korke, transportando nuestras 3 motos en un trailer, de modo que dos de nosotros pudiéramos ir durmiendo mientras el tercero conducía.
Cerca de la hora 22 arribamos a Luján de Cuyo, donde dejaríamos la camioneta y el trailer en la casa del virtual amigo José, quien nos esperaba con un asado y ya nos había reservado una de las cabañas para pernoctar. Tras una bien regada sobremesa compartida con su esposa y sus hijos adolescentes, surgieron interesantes anecdotas de sus labores en la montaña (es ingeniero agrimensor y hace trabajo de campo para empresas mineras, también lo es su esposa, quien se dedica a la docencia y a la investigación por cuenta del CONICET, brindándonos magistrales lecciones del sistema de posicionamiento global), todo ello en un marco de cálida familiaridad, inusual entre personas que acaban de conocerse…pero así suele ser el mundillo de los motoviajeros.
Temprano en la mañana siguiente, y ya reunidos con otros amigos provenientes de San Juan, de Rosario y de Mar del Plata, encaramos el cruce de la Cordillera en una reducida caravana de KLRs, arribando a Santiago a media tarde, donde dedicamos un par de horas a recorrer los negocios agrupados de accesorios para motos y retirar una compras previamente efectuadas por Internet.
Tras reiterados extravíos en el rápido tránsito de las autopistas santiaguinas, pasadas las 23°° llegamos famélicos a La Estrella, un pintoresco poblado netamente rural, sin infraestructura turística, por lo que carece de hotel y de restaurante, pero el amigo Torke logró que un vecino abriera su despensa y nos procuró pan, fiambre y bebidas que, en tales circunstancias fue una exquisita cena; el alojamiento de los siguientes 3 días ya estaba previsto en el internado del colegio comunal, gentilmente cedido por el Alcalde, que junto al importador de Kawasaki, fue patrocinante del evento.
En los siguientes días un nutrido programa de actividades nos mantuvo ocupados de la mañana a la noche: excursiones a La Boca (desembocadura del Rio Rapel), Matanzas (donde nos esperaba un almuerzo grupal en una marisquería típica), Pichilemu (famosa playa de certámenes internacionales de surf) y Cahuil, entre otros recorridos; otras actividades programadas fueron los cursillos de mecánica ligera (exclusiva para el modelo), primeros auxilios en ruta y navegación con gps; y el broche de oro fueron los concursos de destrezas conductivas en un circuito agreste trazado para tal fin en una zona montañosa, de los que algunos solo participamos como espectadores junto a la gente del pueblo, para quienes quizás éste fue el “acontecimiento” del año…
Fue un encuentro diferente a los que se acostumbra hacer aquí en muchos aspectos: no tenía fin de lucro, ni se convocaba multitudinariamente a un determinado camping cuya cantina explotaban los organizadores; por el contrario, era exclusivamente para usuarios del modelo (con inscripción previa, la que incluia el hospedaje y las comidas al costo), invitados por Internet, de todo Chile y de paises limítrofes.
En fin…fue una excusa más para salir a la ruta con algunos amigos…y regresar con muchos más.
El video oficial del evento: https://www.youtube.com/watch?v=7kiuK8U7ems&list=PLtpYCKQAgKPszQBlnWjKlAVC6HVwaQM61&index=1