A fines de este invierno austral, decidimos recibir la primavera
recorriendo durante 2 semanas en el jeep las provincias argentinas de Salta y
Jujuy, con la intención de hacer un reconocimiento previo del tramo Norte de la Ruta Nacional 40 (de Cafayate a
La Quiaca ) con
vistas a un futuro recorrido en moto con amigos.
Pernoctamos la primera noche en Frías (Santiago del Estero), la segunda en Cafayate (Salta), la tercera en Cachi (Salta), las 2 siguientes en San Antonio de los Cobres (Salta) la sexta en el Paso de Jama (Jujuy), las 3 siguientes
en La Quiaca (Jujuy), otras 2 en Iruya (Salta), y la ultima en Rosario de la Frontera (Salta).
Innumerables pueblitos de leyenda pasaron frente a la ventanilla,
en los que paramos a comer, tomar fotos o dormir: Angastaco, Molinos,
Seclantás, La Poma ,
Caucharí, Catua, Susques, Purmanarca, Tilcara, Huacalera (trópico de
Capricornio), Humahuaca, Abra Pampa, Iturbe, etc.
Lo más destacable: la amabilidad de su gente y su predisposición para atender al viajero; lo más agobiante: la aridez por doquier.
Nuestras metas eran conocer el paso del Abra del Acay, el 2º paso carretero más alto del mundo, de
casi 5000 metros
de altura (el primero está en el Himalaya), el Viaducto La
Polvorilla (del Ramal C-14 del FFCC Belgrano, el
“Tren de las Nubes”), dormir una noche en el Paso de Jama (que yo ya conocía de ir en moto a
Machu-Picchu, pero Patricia aun no conocía), descansar unos días en La Quiaca (con visitas a Yavi y a Villazón-Bolivia incluidas), conocer Iruya (que en algunas
postales parece una aldea de los alpes suizos…pero personalmente, en esta epoca del año, se parece más
a las montañas afganas), y recorrer nuevamente los casi 100 kms. del viejo
tramo de la Ruta
9 (“La Cornisa ”) entre
Jujuy y Salta, recientemente repavimentado e impecablemente conservado que, como
en nuestro anterior viaje al NOA nos parecieron los kilómetros más pintorescos
de todo el viaje.
Pese a que durante horas recorrimos cientos de kilómetros de
inhóspitos trayectos ripiados en los que no encontramos otros humanos, ningún
inconveniente mecánico ni de salud (por el apunamiento) empañaron la travesía,
por lo cual la consideramos exitosa.
(click en la fotos para ampliar)